El cebiche de pollo peruano es una reinterpretación ingeniosa del clásico cebiche, que reemplaza el pescado por carne de pollo cocida, sin perder la esencia cítrica y picante que caracteriza al plato original. Esta variante, ideal para quienes buscan una opción diferente pero igualmente sabrosa, combina tradición y versatilidad en cada bocado. Refrescante, ligero y lleno de sabor, el cebiche de pollo es una muestra más de la creatividad de la cocina peruana.
- Las presas de pollo deben estar previamente limpias. Cada una debe tener un peso e 60 a 80 g apara buffet.
- Salpimentar las presas y agregar comino.
- Agregar la mitad del ají amarillo y la mitad del ají mirasol a las presas, mezclar bien y dejar reposar por espacio de 25 a 30 minutos. A esta técnica se llama marinado.
- Calentar en una cacerola el aceite y esperar a que esté bien caliente y proceder a sellar las presas de pollo por espacio de 30 a 40 segundos cada una. Regresar las presas selladas al bol en donde se estuvo marinando y reservar.
- Calentar un poco de aceite y hacer un aderezo con una de las cebollas cortada en cuadritos pequeños (brunoise), junto con el ajo. Incorporar el resto de ají amarillo y ají mirasol, remover y salpimentar.
- Incorporar las presas de pollo y rehogar unos minutos, para que se integren los sabores.
- Con el caldo de pollo, diluimos el resto del ají que quedó en el bol en el que marinamos el pollo y vertemos ese líquido en la olla.
- Cocinamos por espacio de 20 minutos. Una vez cocido el pollo agregamos el resto de la cebolla cortada en juliana (como para sarsa de cebollas), el ají limo picado, culantro picado y el jugo de limón.
- Cocina por 3 minutos más y estará listo.
En un país donde la cocina es una expresión viva de identidad, historia y creatividad, el cebiche de pollo representa mucho más que una simple variante de un plato emblemático. Es una muestra clara de cómo la gastronomía peruana evoluciona constantemente, sin dejar de rendir homenaje a sus raíces. Adaptar el cebiche tradicional al uso de pollo cocido no solo responde a preferencias personales o restricciones alimentarias, sino que también refleja la capacidad de los peruanos para reinterpretar lo clásico con ingenio y sabor.
Este plato, fresco y vibrante, ha encontrado un lugar propio en cocinas caseras, menús contemporáneos y propuestas de fusión, ganando adeptos por su ligereza, practicidad y la intensidad de sus sabores. El ácido del limón, el picor del ají, el crocante del maíz chulpe o canchita, y la suavidad del pollo logran una armonía que sorprende y reconforta a la vez. Así, el cebiche de pollo no compite con su versión marina: la complementa, amplía sus posibilidades y demuestra que la innovación no está reñida con la autenticidad.
En definitiva, este plato es una celebración del mestizaje culinario, de la creatividad sin límites y del amor profundo por los ingredientes locales. El cebiche de pollo es otra razón para admirar la diversidad de la cocina peruana y una invitación abierta a seguir explorando sus sabores con mente abierta y paladar curioso.
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