La comida marina ocupa desde siempre un lugar privilegiado en las cocinas del mundo, especialmente en aquellos países que tienen el privilegio de contar con una extensa costa o con acceso directo a los tesoros del mar. En estas tierras, el mar no solo es una fuente de vida y sustento, sino también de inspiración gastronómica: peces frescos, mariscos jugosos, conchas, algas y una infinidad de ingredientes que han dado origen a platos llenos de sabor, textura y tradición.
En el caso del Perú, la cocina marina es una verdadera joya cultural. Gracias a la riqueza del océano Pacífico y a la creatividad de sus cocineros, nuestra gastronomía marina ha alcanzado reconocimiento mundial. Platos como el cebiche, el arroz con mariscos, la parihuela o el chupe de camarones no solo representan una conexión directa con el mar, sino que también son el reflejo de siglos de fusión culinaria y sabiduría popular.
La receta que presentamos hoy es una celebración de esa diversidad marina. Una combinación de ingredientes frescos y sabrosos que, al unirse, dan como resultado un manjar que deleita los sentidos y transporta a quien lo prueba a la orilla del mar, con el sonido de las olas y el aroma del océano como telón de fondo. Prepara tu cocina, afina tu sazón y acompáñanos en esta nueva aventura de sabores donde el mar es protagonista.
Palos para brochetas
- Limpiar el calamar y los langostinos. Reservar. Lavar y quitar la parte del tallo de los champiñones.
- Calentar una sartén a fuego alto, incorporar el aceite de oliva, agregar los champiñones, 10 g de ajo entero, laurel, pimienta negra y saltear manteniendo el fuego alto, flambear con brandy y agregar el vinagre, sal y retirar inmediatamente. Reservar.
- Cortar la cebolla y el pimiento en triángulos. Reservar. Picar ajo y ají amarillo en brunoise (cuadritos pequeños). Reservar. Picar finamente el perejil.
- Cortar el calamar en aros y colocar en un bol con los langostinos. Sazonar con sal y pimienta blanca.
- Armar la brocheta insertando alternadamente langostino, cebolla, pimiento, calamar, champiñones, pimiento, cebolla y langostino. Reservar.
- Preparamos una salsa de ajillo colocando una sartén a fuego medio y añadirle la mantequilla, ajo, ají, pimienta blanca y cocinar hasta que el ajo esté cristalino, incorporar el vino y la harina y agregar el caldo de pescado. Cocinar de 10 a 15 minutos a fuego muy bajo. Incorporar el perejil.
- Las brochetas se fríen en plancha, parrilla o sartén bien caliente y al momento.
- Bañar con la salsa de ajillo y servir.
Cocinar con productos del mar es, en muchos sentidos, un acto de respeto y celebración: respeto por los ingredientes que nos ofrece la naturaleza y celebración por el sabor profundo, fresco y vibrante que solo el mar puede brindar. Cada receta marina es una oportunidad para reconectar con nuestras raíces, con la tradición pesquera y culinaria que ha alimentado a generaciones, y también con la creatividad que sigue dando vida a nuevas interpretaciones en nuestras cocinas.
El plato que hoy compartimos es solo una muestra de la riqueza que encierran nuestras costas. Su preparación puede requerir algo de paciencia y atención al detalle, pero el resultado final —sabroso, aromático y generoso— bien vale el esfuerzo. Ya sea para una comida familiar, una ocasión especial o un buffet bien pensado, llevar los sabores del mar a la mesa siempre será un acierto.
Porque en cada bocado se siente la frescura de los ingredientes, el calor del fogón y la pasión de quien cocina. Así, más que alimentar, estos platos marinos evocan memorias, crean momentos y nos recuerdan que el mar, además de ser inmenso, también es profundamente sabroso.
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